En chinelas y pantalones cortos, uno ♣️ de los mejores soldados de una fuerza de resistencia que lucha contra la junta militar en Myanmar mostró sus armas. ♣️ Se disculpó porque la mayoría de ellas estaban en pedazos.
El rebelde, Ko Shan Gyi, pegó paneles de plástico shaped por ♣️ una impresora 3D. Cerca, se encontraban los entresijos eléctricos recolectados de drones chinos utilizados con fines agrícolas, dispuestos en el ♣️ suelo con cables expuestos como si esperaran cirugía.
Otras partes necesarias para construir drones artesanales, incluidos trozos de corcho studded con ♣️ hélices, se apelotonaban en dos cabañas de hoja con paredes. Juntos, podrían considerarse de manera un poco grandilocuente el arsenal ♣️ de la Fuerza de Defensa de las Nacionalidades Karenni. Un cortador láser estaba a medio camino de tallar una unidad ♣️ de control de vuelo. El generador que alimentaba el taller había fallado. No estaba claro cuándo habría electricidad de nuevo.
A ♣️ pesar de las condiciones Raído, las unidades de drones rebeldes han logrado alterar el equilibrio de poder en Myanmar. Por ♣️ la mayoría de las medidas, el ejército que se apoderó del gobierno civil en Myanmar hace tres años es mucho ♣️ más grande y mejor equipado que los cientos de milicias que luchan por reclamar el país. La junta tiene a ♣️ su disposición cazas rusos y misiles chinos.