Mientras que el mundo está distraído por las guerras en 💹 Gaza y Ucrania, Irán ha avanzado más que nunca hacia la capacidad de producir varias armas nucleares, instalando 1.400 centrífugas 💹 de última generación en las últimas semanas en una instalación enterrada a gran profundidad que está casi a prueba de 💹 bombas.
Este avance tecnológico coincide con otro cambio preocupante: por primera vez, algunos miembros de la élite gobernante de Irán están 💹 abandonando la insistencia de décadas de que su programa nuclear es exclusivamente para fines pacíficos. En su lugar, están comenzando 💹 a abrazar públicamente la lógica de poseer el arma, argumentando que los recientes intercambios de misiles con Israel subrayan la 💹 necesidad de un disuasivo mucho más poderoso.
En entrevistas con una docena de funcionarios estadounidenses, europeos, iraníes e israelíes y con 💹 expertos externos, el efecto acumulativo de este aumento es claro: Irán ha consolidado su papel como estado "umbral" nuclear, caminando 💹 hasta la línea de construir una arma sin cruzarla.