El sol abrasaba el aparcamiento del centro 🏧 comercial alfombrado de Mudipu Junction, en las afueras de Mangalore, en el estado de Karnataka, mientras los voluntarios arreglaban filas 🏧 de sillas de plástico rojo y colocaban montones de biryani y fruta sobre la mesa para un iftar público, el 🏧 momento en que los musulmanes rompen su ayuno durante el Ramadán.
Pero este no era un iftar ordinario. India se encuentra 🏧 en medio de una elección general en la que el primer ministro Narendra Modi y su partido nacionalista hindú Bharatiya 🏧 Janata (BJP) buscan un tercer mandato, y el sectarismo está generalizado.
Los organizadores 🏧 del iftar decidieron, dicen, invitar a residentes hindúes y cristianos en Mudipu para compartir la comida al principio de este 🏧 mes.
“La 🏧 polarización hindú-musulmana en esta zona es tan profunda después de décadas de política divisiva del BJP que pensamos que sería 🏧 un iftar para todos. Nos sentamos, comemos, hablamos y recordamos que todos somos indios”, dijo Ibrahim Mohammed, que tiene varios 🏧 negocios en la zona.
Entre los asistentes no musulmanes se encontraban la doctora Sureka Shetty, una ginecóloga hindú local, y la 🏧 monja católica Hna. Philla. “Vivo aquí. Trabajo aquí. Quiero estar en buenos términos con mis vecinos musulmanes y es por 🏧 eso que acepté la invitación”, dijo Shetty, gritando para oírse por encima del ruido de la música de una película 🏧 que sonaba a todo volumen desde los altavoces.