En una mañana de domingo reciente, logré la perfección. O más bien, 🌞 una mitad de ella. En la segunda versión de la canción Love Sick, Bob Dylan afirma que "lucha y se 🌞 esfuerza" por la perfección. Sin embargo, el hecho de que esta declaración estuviera ausente en la primera toma y eliminada 🌞 en la versión seleccionada para el álbum Time Out of Mind demuestra la lucha y el esfuerzo que conlleva este proceso.
Aunque Dylan 🌞 dice buscar la perfección, en realidad siempre se ha dedicado a avanzar, a la siguiente línea, al siguiente verso, a 🌞 la siguiente canción. Incluso en canciones que parecen potenciales obras maestras, como She's Your Lover Now o I'm Not There, 🌞 ha habido otros borradores que compiten por su atención.
Dylan tiene una vasta cantidad de canciones geniales, pero ninguna es "perfecta". 🌞 Parafraseando al fotógrafo Robert Frank, "un libro de
grafías de Hermann Eidenbenz le quitó las ganas de perfección de por 🌞 vida".
En el mundo del arte, la música y la literatura, la perfección es elusiva. De hecho, incluso un libro sin 🌞 errores tipográficos es una anomalía. Philip Larkin publicó solo tres libros de verdadero mérito, pero incluso estos contienen mucho "relleno", 🌞 como reconoció el propio Larkin.
El matemático experimenta una especie de perfección en cada demostración 🌞 o ecuación que resuelve. En el ámbito del deporte, la perfección es igualmente elusiva debido a los innumerables factores e 🌞 interacciones que pueden alterar el resultado. En la cancha o en el terreno de juego, la perfección es siempre una 🌞 aspiración imposible de alcanzar.